lunes, 27 de agosto de 2012

El mundo según Barney

He visto El mundo según Barney (Barney's version), película del 2010 dirigida por Richard J. Lewis, adaptando la novela de Mordecai Richler, e interpretada por Paul Giamatti, Rosamund Pike y Dustin Hoffman. 

En principio, la trama es bien sencilla. Barney Panofsky (Paul Giamatti), un productor de televisión aficionado a la bebida y al hockey es un individuo que tiene una vida un tanto descontrolada y que se ha casado tres veces. Sin embargo, Giamatti hace de él un personaje tan extravagante y despreciable unas veces como encantador otras y del que es imposible no encariñarse, aunque sea un cariño de esos que a veces te entran ganas de abofetear.

Se trata de una comedia con tintes dramáticos, ácida a veces, simpática otras, emocionante sin duda.

Es una historia sobre los errores que se cometen en la vida y que sólo con tesón y una férrea voluntad se sigue adelante, asumiéndolos unas veces mejor que otras pero siempre yendo hacia delante. Eso es lo que hace Barney. Aunque desastroso, con su barba pelirroja y su prominente barriga, persigue aquello que se propone, sin importarle las consecuencias, lo que suele llevarle a tomar decisiones impulsivas, aunque le motive la buena fe, la egoísta buena fe. Barney sabe que los ha cometido, pero también sabe lo que le da valor a la vida.

Paul Giamatti, acostumbrado a los papeles secundarios, tuvo aquí una gran oportunidad y la aprovechó del todo. Recibió el Globo de Oro al mejor actor principal de comedia en 2010 por este papel. A mí, simplemente, me ha encantado. Ya me caía bien; ahora, muchísimo mejor.

Es una comedia con su punto serio. Y creo que es muy buena, aunque quizá su fortaleza estribe en que los personajes están tan bien construidos porque provienen de una novela y la dirección de la película ha sido lo suficientemente hábil como para hacer de ella una adaptación notable.

Merecea pena.

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